Algunos de los
accidentes que nos podemos encontrar en un centro y al que debemos prestar
ayuda es:
1.
Asfixia: interrupción de intercambio de
gases normal entre los pulmones y el aire exterior. La incidencia es mayor en
niños pequeños, ya que suelen introducirse en la boca toda clase de objetos. La
obstrucción puede ser incompleta (se mantiene un mínimo paso de aire), o
completa (las vías respiratorias están completamente obstruidas por el cuerpo
extraño, el aire de los pulmones no podrá salir, por lo que la víctima no podrá
toser, ni hablar, ni respirar.
2.
Hemorragias: salida
de sangre de los vasos sanguíneos cuando se rompe su pared. Este tipo es el más
se repite debido a caídas accidentales, en violentas e inadecuadas agresiones y
la hemorragia nasal provocada sobre todo en épocas de mayor temperatura.
3.
Quemaduras:
lesiones causadas por agentes físicos, químicos y térmicos que lesionan la piel
y otros tejidos acompañándose de un complejo síndrome humoral; por tanto las
quemaduras pueden ser térmicas, químicas, eléctricas, o de contacto. Todas ellas
tienen un tratamiento muy similar, siendo el siguiente: dejar correr agua fría
sobre la lesión, si tiene ropa pegada no se debe de quitar. Después la
deberemos de cubrir con algodón. Nunca debemos de aplicar jabón ni pomada.
4.
Trastornos por exceso de calor:
cuando ponemos nuestro cuerpo a temperaturas ambientales elevadas, el organismo
pone en marcha dos mecanismos: el aumento de la deshidratación y la sudoración.
Pero si la exposición al calor es excesiva conducirá a la deshidratación y a la
insolación.
5.
El shock: conjunto de signos y síntomas
resultantes de la falta o disminución del aporte sanguíneo a los tejidos,
originada por la pérdida de volumen sanguíneo, por el aumento de la capacidad
de los vasos o por bombeo cardiaco deficiente.